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martes, 22 de mayo de 2012

Vivir por encima de nuestras posibilidades



Uno de los grandes triunfos publicitarios del sistema (ese ente ubicuo) en la crisis ha sido convencer a la población de que "la crisis se debe a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Se repite en las tertulias hasta la saciedad, las de la llamada caverna mediática y las de la llamada prensa progre o "de la ceja".

Y se nota en el aire que esto ha calado en la sociedad, siento cierto ambiente de culpabilidad entre quienes me rodean, y cierta necesidad de que venga el castigo que nos merecemos y que aliviará nuestros pecados.
De la indignación a la resignación hay tres letras, y mucho me temo que éstas tienen que ver con las (más de tres) que nos quedan de hipoteca.

Cuando alguien me dice esto, que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", me entran ganas de contestarle "eso a mí no me lo dices en la calle". Pero me sale mi vena docente e intento explicarle que eso que le han contado es tan falso como la existencia de los billetes de 500€.

Como no soy economista, me puedo permitir ser muy simplista. Mi explicación se basa en varios puntos:

UNO.- La "gente" no se ha endeudado por encima de sus posibilidades, a la gente les han concedido préstamos (quienes tenían el dinero o la sartén por el mango) de acuerdo a unos riesgos que los acreedores han considerado razonable. Algunos eran ciertamente arriesgados, otros no lo eran pero ahora lo son porque, debido a los recortes, el deudor ha perdido su empleo.

DOS.- La "gente" que no puede pagar sus préstamos ya está penando por ello. Han perdido su casa, sus coches, el control de sus mínimos ingresos, las casas de sus padres (si les habían avalado)... y aún así seguirán pagando de por vida.

TRES.- La deuda de la "gente" es una mínima parte de los activos tóxicos de los bancos y, por el punto anterior, altamente recuperable. O sea, que no es tan tóxica.

CUATRO.- La mayoría de activos tóxicos están efectivamente en suelo, pero en suelo no edificado por el que se ha pagado un dineral que ya no valen. Es decir, se ha ido a las manos de los que se lo han llevado "calentito" con el boom inmobiliario.

CINCO.- Aunque el suelo no se haya edificado, si el préstamo se ha concedido, ¿dónde está ese dinero? Ahí es donde los mal pensados miramos a las SICAV, los paraísos fiscales, los bolsillos de los altos ejecutivos... Ese dinero que nos va a llevar a la ruina está, bien quieto sin producir nada, bien siendo invertido en nuevas burbujas como la alimentaria o la misma burbuja de la deuda (o metaburbuja). En cualquier caso, este dinero no está contribuyendo con impuestos al mantenimiento del estado.

SEIS.- Y, sin embargo, ahora nos van a obligar a rescatar a los bancos, a comprarles sus activos tóxicos generando una deuda pública de la que el ciudadano no es, salvo por el pecado de individualismo, en absoluto responsable.

Dicho esto, he de reconocer que, con una pequeña corrección, la frase es cierta:

Hay gente que se ha dedicado a vivir por encima de nuestras posibilidades.

Y ahora nos harán pagar su cuenta. Me estoy enfadando, y como de la resignación a la indignación hay tres letras, perdonad que me repita y que vuelva a escuchar Death to my hometown de Springsteen, cuya letra me indigna.

Visto en Valorando.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

viernes, 9 de mayo de 2008

La Deuda Externa, dentro de una entrevista a Noam Chomsky


¿Por qué dice que la deuda externa es una construcción ideológica?

Existe una deuda, pero a quién pertenece y quién es responsable de ella es una cuestión ideológica, no económica. Por ejemplo, existe un principio capitalista, al que nadie quiere prestar atención, por el cual, pongamos, si yo te tomo prestado dinero, yo soy el prestatario, siendo mi responsabilidad devolverte el dinero, y tú eres el prestamista y tú corres el riesgo de que no te lo devuelva. Ese es el principio capitalista. El prestatario tiene la responsabilidad y el prestamista corre el riesgo. Supongamos que siguiéramos ese principio. Tomemos, por ejemplo, el caso de Indonesia. Hoy por hoy, su economía está hundida porque su deuda asciende a cerca del 140 por ciento del producto interior bruto. Si rastreas los orígenes de esa deuda resulta que los prestatarios son un grupo de 100 a 200 personas implicadas en la dictadura militar y sus secuaces, que nosotros apoyamos en su día. Los prestamistas eran bancos internacionales.

Gran parte de la deuda ha sido socializada a través del F.M.I., lo cual significa que los contribuyentes del norte se hacen responsables de ella. ¿Qué ocurrió con el dinero? Unos pocos se hicieron ricos, hubo cierta exportación de capital y cierto desarrollo. Pero a la gente que tomó prestado el dinero no se les hace responsable, sino que es la gente de Indonesia los que lo tienen que devolver. Ello significa vivir bajo programas de extrema austeridad, pobreza y sufrimiento. De hecho, es una tarea imposible devolver una deuda que ellos no contrajeron. ¿Y qué fue de los prestamistas? Los prestamistas están protegidos de todo riesgo. Esa es una de las principales funciones del F.M.I.: proveer gratuitamente de seguros a todo riesgo a la gente que presta e invierte en créditos arriesgados. Por eso es por lo que se reciben tan altos dividendos, porque existe un alto riesgo. Ellos no tienen que hacer frente al riesgo, porque está socializado. Es transferido a los contribuyentes del norte a través del F.M.I. y otros mecanismos, como los bonos Brady. Es un sistema por el cual los prestatarios son eximidos de toda responsabilidad. Ésta es transferida a la masa empobrecida de sus propios países.

Estas no son cuestiones económicas, sino ideológicas. Y aún hay más. Existe un principio en derecho internacional que fue concebido por los EE.UU. hace más de 100 años cuando "liberaron" Cuba, es decir, cuando conquistaron Cuba para evitar que ésta se liberara de España en 1898. Entonces, cuando los EE.UU. asumieron el control de Cuba, cancelaron la deuda de Cuba con España con el muy razonable argumento de que la deuda era inválida ya que había sido impuesta al pueblo cubano sin su consentimiento, por la fuerza, bajo una relación de poder. Aquel principio fue reconocido más tarde en el derecho internacional, una vez más por iniciativa de EE.UU., y se conoce por el nombre de "deuda odiosa". Una deuda no es válida si ha sido impuesta esencialmente por la fuerza. La deuda externa del tercer mundo es una "deuda odiosa". Esto ha sido reconocido incluso por la representante estadounidense ante el F.M.I. Karen Lissaker, experta en macro-economía, quien señaló hace un par de años que si se aplicara tal principio la mayoría de la deuda del tercer mundo desaparecería.

Que gran razón tiene este tipo.
Seamos razonables, la deuda externa es algo contraído por los gobernantes hace años, por qué tienen que seguir devolviéndola los ciudadanos de esos países?
Y si encima en países como Indonesia, para pagar la Deuda se utiliza dinero de donde no se debe, recortando gastos de educación o salud, despidiendo profesores, médicos, rebajando sueldos... En vez de recortar gastos de lo que más presupuesto se lleva en estos países, el armamento o la milicia, pues así andan...
Y si a todo esto le añadimos que aún hoy por hoy hay países que siguen recibiendo ayudas (como las A.O.D.) pero deben devolverla más tarde con intereses, que aunque muy bajos siguen generando deuda, ya que siguen sin destinarse a lo que se debe.

tenemos la meta del 0´7, pero... de que sirve esto si desde los países del Norte no hacemos nada por cambiar la situación? Igual que la Deuda Externa, las ayudas a los países en vías de desarrollo, las estrategias del F.M.I son una gran mentira, y lo seguirán siendo hasta que se tome una postura responsable de ayuda.
Si es verdad que muchos países avanzan, pero lo hacen o por que sale de ellos mismos (no gracias a nuestra ayuda) o por que se les condena la deuda.

Durante estos tres cursos de la carrera me han ido surgiendo muchas reflexiones. Las principales y más importantes acababan en la idea de que en este mundo, las dos cosas más importantes son: la primera por desgracia el dinero (la economía) y la segunda gracias a Dios la educación. De la primera no se casi nada, aprendo poco a poco, de la segunda creo que se algo. Es una pena que no vallan en el orden opuesto; esperemos que llegue el día en que no todo esté regido por la economía y que como dice mi amigo Francis, TODO EL MUNDO COBRE LO MISMO. ¿Por qué no, si todos somos iguales? (A esta reflexión entraremos otro día)


Qué pensais? Yo es que de economía no se mucho...





El texto está sacado de: "El significado de Seattle", entrevista de David Barsamian a Noam Chomsky.
Agradecimientos a Francis
, por ayudarme a crecer día a día y pasarme la entrevista principalmente valla...